AFIDI defiende los incentivos para la inversión en conocimiento e innovación como motor de crecimiento en Europa

📘El sector privado de la innovación responde al último » Informe sobre España 2020″ elaborado por la Comisión Europea que cuestiona los resultados del marco español de bonificaciones fiscales a las inversiones por I+D.
💡 AFIDI aboga por los incentivos a la inversión por actividades en innovación como el mejor instrumento para reducir el endeudamiento público y los desequilibrios macroeconómicos de España.

La Asociación de consultoras españolas especializadas en la financiación de la I+D+i (AFIDI) ha valorado el Informe sobre España 2020 publicado por los servicios de la Comisión Europea (CE) el pasado 26Feb2020.
Desde AFIDI, se comparte que existen diversas variables que afectan a la inversión en I+D e innovación de España: la falta de unidad del mercado interior, que lastra la competitividad, el crecimiento y la innovación; el menor tamaño de las empresas españolas respecto a nuestros países
vecinos, que las hace más vulnerables y con más dificultades para ser innovadoras y sostener el esfuerzo; y la falta de transferencia de conocimiento de la I+D a la innovación empresarial.
Sin embargo, desde AFIDI se considera que el análisis realizado sobre el marco de incentivos a la inversión en innovación no responden a la realidad del país. España requiere de un sector público y un sector privado alineados en el aumento de inversión en I+D e innovación para conseguir armonizar su capacidad innovadora con los países líderes de Europa.
Según se recoge en dicho informe, “Aunque generosa, la bonificación fiscal por I+D está produciendo resultados relativamente escasos y el sesgo en favor del endeudamiento sigue siendo elevado. A pesar del elevado tipo implícito de las subvenciones fiscales por I+D, muy superior al 30 % (OCDE, 2018), la tasa de intensidad de I+D de las empresas fue solo del 0,7 % del PIB en 2018, la tercera más baja de la UE. Además, las grandes empresas tienden a responder mejor que las pequeñas. Otro problema es que la bonificación fiscal introduce una ventaja relativa para la financiación mediante el endeudamiento (en vez de con capital). Aunque las cifras muestran una reducción de este sesgo en favor del endeudamiento, sigue siendo relativamente elevado (de hecho, es el segundo más alto de la UE). Una reducción adicional podría fomentar una mayor inversión de capital.”
España está lejos del objetivo 2% del PIB y figura muy por detrás de la media europea y de países como EE.UU., Japón, Corea o China. Analizando los datos macroeconómicos publicados por el INE, en 2018, la inversión nacional en I+D supuso el 1,24% del PIB. Es importante destacar que fueron las empresas las que llevaron a cabo la mayoría de la inversión en I+D: un 56,5%. Además ese dato supuso un 9,3% más que en 2017. La tendencia confirma que el marco de bonificaciones no va en detrimento del crecimiento, sino todo lo contrario, teniendo en cuenta la crisis económica que ha sufrido el país y ha causado una reducción de la inversión y el apoyo del gobierno en I+D+i. De hecho, mientras que la inversión pública en I+D aún no ha recuperado los datos de 2007, la inversión privada ya los ha superado por poco respecto a 2008.
La innovación empresarial es clave para impulsar la productividad multifactorial y mantener la competitividad en un mundo cada vez más globalizado, para lo cual se requieren fuertes inversiones en I+D e innovación. El gasto nacional bruto español en I+D como porcentaje del PIB es exiguo, y equivale aproximadamente a la mitad del promedio de la OCDE. El déficit inversor en España se concentra sobre todo en el sector privado, siendo en los países más dinámicos un mínimo de dos tercios de la inversión total. Por lo tanto, es fundamental mantener y mejorar los incentivos empresariales a la inversión en I+D.
Pese a la referida “generosidad” del régimen español de bonificaciones fiscales para actividades de I+D, en España la I+D empresarial como porcentaje del PIB es baja, situándose en un 0,6% en 2016, muy por debajo de la media de la OCDE de un 1,6%. El tipo impositivo marginal bonificado para las empresas con beneficios es un 0,33%, superior a la mediana de la OCDE. Aunque el tipo aplicable a las nuevas empresas en pérdidas es inferior, sigue situándose por encima de la mediana de la OCDE, incluso después de que el Gobierno hiciera más atractivo el régimen para las empresas jóvenes y menos rentables permitiendo que las bonificaciones sean parcialmente reembolsables y se trasladen a ejercicios posteriores.
Sin embargo, debido a la complejidad de los requisitos de procedimiento, las empresas encuentran limitaciones en la utilización de este sistema y, en consecuencia, las ayudas públicas a la innovación empresarial son directas en su mayor parte. Si bien las nuevas empresas pueden certificar sus actividades, se requieren unos costes y un tiempo considerables, lo que puede constituir un desincentivo en especial para las PyMEs. El Gobierno ha de seguir simplificando el sistema, reduciendo los costes asociados y dando a conocer la forma de solicitar las ayudas, tal como se recomendó en el Estudio económico de España 2017. Es en este sentido en el que se debe trabajar, para la mejora del esquema de bonificaciones fiscales a la I+D y la innovación, habiendo éste demostrado su efectividad a nivel mundial.
En este sentido, la OCDE publicó a finales de 2019 el informe “Measuring R&D tax support: Findings from the new OECD R&D Tax Incentives Database”. En este informe se demuestra que en aquellos
países de la OCDE donde existen políticas fiscales de ayuda a la I+D+i, las empresas invierten en I+D+i, de media, una cantidad del orden del impuesto o subsidio directo otorgado. Recientemente, Alemania reconocida como el país más innovador según el Bloomberg Innovation Index, acaba de implementar un potente esquema de incentivos a la innovación empresarial, desbancando a Corea del Sur después de seis años, como herramienta de ayuda a su tejido innovador. Sin embargo, España, y pese a sus modestos avances, aún ocupa el puesto 33.
Ante esta situación, AFIDI señala que sería contraproducente remar en contra de la inversión empresarial en innovación. Cabe subrayar que el mapa europeo que se está dibujando en este nuevo periodo marcará las capacidades de la UE para afrontar los retos globales y su situación en clave geopolítica. Las posibilidades de absorción del sistema de innovación español siguen siendo bajas en comparación con nuestros vecinos europeos en un horizonte donde la internacionalización y las redes colaborativas son cada vez más importantes. España no puede quedar relegada en el camino del progreso tecnológico. Es por eso que desde AFIDI se recuerda que la incentivación fiscal de la innovación es una de las palancas más efectivas para conseguir reducir la brecha en innovación entre España y los países punteros en Europa, eso sí, mejorando y acercando el esquema a las empresas.
AFIDI entiende que el equilibrio macroeconómico no puede ir en detrimento del potencial de crecimiento en I+D de España. Y advierte que de lo contrario, la desigualdad estructural en la inversión en I+D entre países del norte y del sur se ensanchará. Numerosos estudios han demostrado que existe una relación directa entre la inversión en I+D y el incremento de la competitividad y en consecuencia el desarrollo económico y social de un territorio. Invertir en España en I+D significa por lo tanto aumentar la productividad, la internacionalización y las exportaciones de nuestro tejido productivo, incrementar el empleo de calidad y, por lo tanto, favorecer la sostenibilidad del “estado de bienestar”. Ahora es un momento crítico para favorecer que el tejido productivo español invierta fuertemente en actividades de I+D con el apoyo indiscutible de las administraciones públicas.
Sobre AFIDI
La Asociación Española para el Fomento de la Financiación de la I+D+i (AFIDI) es la asociación de consultoras españolas especializadas en la financiación de la I+D+i. AFIDI proporciona estudios y análisis del impacto de la I+D+i, referencias y buenas prácticas así como promueve la formación continua de los profesionales del sector de la I+D+I. AFIDI representa a las principales consultoras especializadas en I+D+i, de la que AROSA I+D es socio fundador.